La desgracia de ser transgénero y estar en la cárcel

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La madrugada del 12 de mayo de 2014 el Reclusorio Norte (RN) de la Ciudad de México fue escenario de un episodio de transfobia –del que poco o nada se supo en su momento, al ser encubierto por las autoridades penitenciarias–, cuyas secuelas, a dos años y medio, no terminan.

Todo comenzó alrededor de las 02:30 horas, con un incendio provocado en el dormitorio 8, destinado a la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTI). Ante el temor de que el fuego se saliera de control, los internos golpearon las rejas de sus celdas para alertar a los custodios del riesgo. Los uniformados acudieron para sofocar las llamas y desalojaron a los reclusos, sometiéndolos con gas pimienta.



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