CIUDAD DE MEXICO (proceso).- A 78 años de su fundación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se plantea nuevos retos, entre ellos fortalecer las políticas culturales del Estado, en un momento en el cual su director, Diego Prieto, define a la cultura como el espacio donde la nación y las comunidades adquieren identidad, cohesión, sentido, fortaleza simbólica, y en ámbitos de toda índole: lingüístico, ético, religioso, sexual.
Apenas en septiembre pasado, ante la inminente publicación del reglamento de la Secretaría de Cultura (SC), el antropólogo y jurista Bolfy Cottom advirtió sobre la pretensión de debilitar al instituto, mediante ese ordenamiento, en lugar de fortalecerlo (Proceso 2082): “Darle mayor presupuesto para hacer mucho más fuertes sus atribuciones, dotarlo del personal necesario”, así como no otorgarle a la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural de la SC las facultades y atribuciones que ya detentan por ley el INAH y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
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