CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El mundo del teatro es cruel, en especial cuando se trata de la actuación. Hay una presión constante por ser el mejor, destacar, llegar más lejos. A veces hay incluso que rebajarse o jugar sucio para conseguir avanzar.
El reino de los animales, escrita por el dramaturgo alemánRoland Schimmelpfennig, y traducida por Ilana Marx, juega de manera ágil y divertida el tema de la comparación de los animales con los actores.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí