CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Saqueos, sobornos, desmantelamiento de petroquímicas, renta de infraestructura, uso a 40% de las seis refinerías existentes, importación de gasolinas, opacidad en la venta del crudo y la entrega de las reservas “descubiertas y aún por descubrir” a empresas extranjeras… Esta es la situación por la que atraviesa la industria petrolera mexicana, que el viernes 18 cumplió 79 años de haber sido nacionalizada por Lázaro Cárdenas.
Por si fuera poco, Petróleos Mexicanos, una de las empresas más grandes de Latinoamérica, mantiene deudas por más de 1 billón de pesos, cuyo destino se ignora. Tan sólo el año pasado se reportó la emisión de 10 mil millones de pesos en bonos de deuda, por ejemplo. Además, tiene pagos pendientes con contratistas y proveedores por 147 mil millones de pesos, según el reporte que el director de la otrora paraestatal, Antonio González Anaya, acaba de entregar a la Cámara de Diputados.
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