CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Cuando Adriana Williams, heredera de un 2% del legado de Luis Barragán, asistió al Instituto de Arte en San Francisco en septiembre del año pasado para ver la exposición de Jill Magid “The Proposal”, y observó en una pantalla las imágenes de cómo sacaban de la urna las cenizas del célebre arquitecto en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, sintió repugnancia.
“Lo primero que vi fue el video de la profanación. Al ver y oír a los trabajadores con pico y pala invadiendo la lápida del arquitecto Luis Barragán me dieron náuseas y tuve que abandonar el salón. La artista Jill Magid ha dicho que aquel acto fue muy conmovedor. ¡Para mí fue algo abominable!
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