CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- La pretensión del gobierno de Tamaulipas de despresurizar el Centro Estatal de Ejecución de Sentencias de Ciudad Victoria, Tamaulipas, luego del enfrentamiento a balazos que sostuvieron internos y policías durante dos días y que dejó un saldo de siete muertos y 13 heridos –tres policías y cuatro reos–, se vio frustrada por una orden judicial.
Resulta que de los 217 internos que fueron reubicados a la prisión de Altamira, al menos 168 tuvieron que ser regresados la madrugada de este viernes a la capital tamaulipeca porque contaban con un amparo para no ser cambiados de centro de reclusión.
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