Ignacio Rodríguez Reyna y Alejandra Xanic / Quinto Elemento Lab* Especial para Proceso / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Es un cuarto como el de cualquier edificio burocrático promedio de cualquier país latinoamericano. Un hombre escucha con atención, la mirada hacia abajo. Se bambolea ligeramente cada tanto. Se nota preocupado. Resignado, en realidad, a enfrentar su suerte de la mejor manera posible. La actitud de alguien que tuvo la fortuna de su lado y ahora entiende la gravedad del momento en que es protagonista. Es el semblante de alguien que sabe que de lo que ocurra en ese pequeño cuarto dependerá vivir más o menos años en una cárcel.
Luis de Meneses Weill, el entonces director superintendente de Odebrecht en México lo sabe. Se encuentra en la sede de la Procuraduría brasileña ubicada en el municipio de Guarulhos. Por eso está ahí. Corre la videograbación.
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