CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Un Estado que no garantiza la integridad de sus habitantes es un fracaso. La única razón de ser del Estado es velar por la seguridad de las personas y de sus bienes. Para eso pagamos impuestos, derechos, multas y cuantos cobros van a parar a la hacienda pública.
Llevamos más de dos décadas de fracaso del Estado mexicano. Desde principios de los noventa, empezamos a padecer la crisis de inseguridad que se ha llevado a cientos de miles de mexicanos en un número que se acerca al medio millón de personas.
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