CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde los satélites, más de 80 grandes incendios han sido detectados en el estado de Rakhine, en el oeste de Myanmar (Birmania), desde el 25 de agosto. Son poblaciones de la etnia rohingya, atacadas por el ejército y milicias armadas. Ni a periodistas ni a miembros de organizaciones humanitarias les permiten aproximarse a la zona. Pero los testimonios y algunas grabaciones que llevan los que escapan de ahí son estremecedores: soldados que entran disparando en las aldeas, masacres sin discriminar a niños o mujeres, violaciones tumultuarias, saqueo, quema de casas, bienes y cuerpos.
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