TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Activistas, líderes religiosos y comunitarios de la región de Chicomuselo denunciaron que la reactivación de las empresas mineras en esa región de la Sierra Madre incrementó la división en las comunidades, hostigamiento y riesgo de enfrentamiento entre sus pobladores.
Ejemplo de lo anterior es lo que vive la comunidad Ricardo Flores Magón, donde derivado del posicionamiento que mantiene un grupo de ejidatarios, de no permitir el paso de compañías mineras por esa comunidad –desde 2007 cuando cerraron el paso a la empresa Blackfire–, se expulsó a una decena de campesinos y se destituyó al agente municipal Rolando Hernández López.
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