CIUDAD DE MEXICO (proceso).- Ya basta de ocurrencias y decisiones apresuradas, especialmente en materia de seguridad pública, pues las mismas ya han costado cientos de miles de vidas y decenas de miles de desaparecidos, con el consiguiente daño para sus familias, además del crecimiento desmesurado de los índices delictivos, las adicciones a las drogas, las violaciones a los derechos humanos y de la percepción de inseguridad por parte de la ciudadanía.
Esta semana se agudizó la presión del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto para que el Congreso de la Unión apruebe su proyecto de Ley de Seguridad Interior, pese a las advertencias del Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de varias organizaciones de la sociedad civil.
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