CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Es probable que millones de mexicanos desconozcan que en apenas 48 horas, comprendidas entre los días 14 y 15 de diciembre pasados, culminó un proceso de perfeccionamiento autoritario que, por primera vez en la historia reciente del país, trascendió la simulación democrática.
Autoritarismo, resumiendo al politólogo italiano Mario Stoppino, es la situación en que las decisiones se toman desde lo alto, sin la participación o el consentimiento de los subordinados, manifiesta en el alegato que reclama el derecho a mandar pretendiendo una obediencia incondicional y, para conseguirlo, se emplean medios coercitivos, y se reduce la oposición.
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