John M. Ackerman
MEXICO, DF, 2 de junio (proceso).- Se rompió el hechizo. Conforme avanzan las campañas presidenciales aumenta el grado de incertidumbre con respecto a quién sería el ganador el próximo 1 de julio. La supuesta inevitabilidad de un triunfo de Enrique Peña Nieto se ha esfumado y la elección se polariza entre quienes añoran el pasado y quienes buscan experimentar con algo nuevo.
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