CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una primera lectura básica es la que está en la mayoría de los medios de comunicación: el ingeniero Carlos Slim, el empresario más acaudalado del país, salió a defender el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en los terrenos del viejo Lago de Texcoco y se colocó en una posición de confrontación con Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial que lidera las preferencias electorales.
En el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) celebraron como victoria propia el “lance” de Slim, un hombre de proverbial prudencia a la hora de defender sus intereses en la arena pública. Los voceros gubernamentales, con algunas excepciones, alabaron al principal accionista de Grupo Carso porque fue capaz de colocarle el “cascabel al Peje” en uno de los temas más delicados de la campaña para el sector empresarial.
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