CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- En seis meses de campaña a José Antonio Meade y al PRI nada les ha funcionado. Desde que arrancó la precampaña el 12 de diciembre en San Juan Chamula, Chiapas, el candidato y su partido han hecho cambios en su equipo y en la dirigencia, desplegaron una guerra sucia contra sus adversarios y han tenido ayuda desde el gobierno para lograr una mejor posición.
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