CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La llegada de Morena al recinto de San Lázaro generó escozor en sus pilares administrativos. Provocó renuncias adelantadas que, a partir del lunes 15, dejarán en el limbo a tres de sus áreas centrales: la secretaría general, la de servicios parlamentarios y la de servicios financieros.
El sacudimiento morenista fue más fuerte de lo esperado. Alcanzó a Óscar Argüelles Dorantes, coordinador de Comunicación Social, quien durante seis años se mantuvo inamovible.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí