CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Los militantes del PRI están irritados y se lanzan contra la dirigencia de su partido, el presidente Enrique Peña Nieto y su gabinete, a quienes culpan de la derrota el 1 de julio; les atribuyen ese descalabro electoral que mantiene postrado al partido, inmerso en la corrupción, la inseguridad y las fallas en la instrumentación de las reformas estructurales.
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