MONTERREY, N.L. (apro).- Los restos humanos que fueron abandonados en el exterior de los tres penales estatales corresponden a una sola persona, que era un capo cuyo cadáver fue sustraído de una funeraria en Nuevo Laredo, reveló hoy el vicefiscal de Ministerios Públicos, Luis Enrique Orozco.

Sin mencionar el nombre del presunto delincuente, ni el grupo criminal al que pertenecía, dijo que los análisis forenses revelan que las heridas que presentaba antes de que fuera despedazado coinciden con las que le infirieron a la persona que pereció de manera violenta y que hoy sería sepultada.