CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Cuando Andrés Manuel López Obrador hizo campaña, ofreció bajar los salarios más altos en el gobierno para que nadie ganara más que el presidente de la República y, así, poder subir los de los trabajadores de menor ingreso.
A dos semanas de haber asumido el cargo, ya polemizó con algunos de los funcionarios que ganan casi 600 mil pesos al mes en el Poder Judicial de la Federación; además, miles de burócratas ya se ampararon contra la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, y lo peor es que miles de empleados –justamente los del sector que quería beneficiar– ya vieron afectados sus sueldos.
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