CIUDAD DE MÉXICO (apro).- A pesar de las repetidas negativas de integrantes del gabinete de Andrés Manuel López Obrador en semanas recientes, México se convirtió hoy de facto en “Tercer País Seguro” para el gobierno estadunidense de Donald Trump: las autoridades del vecino país devolverán a este lado de la frontera a extranjeros no mexicanos para que esperen aquí el periodo que tarden en terminar su solicitud de asilo.
Lejos de condenar la medida –el gobierno de México no tiene por qué aceptar extranjeros no mexicanos–, la Cancillería anunció una serie de medidas para alinearse con la nueva política estadunidense.
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