CIUDAD DE (apro).— El “peje niño dios”, arrullado durante una pastorela gay por el padre Alejandro Solalinde y Martí Batres, líder de la Cámara de Senadores, ya empieza a causar protestas entre la comunidad católica, debido a que la consideran una figura “sacrílega” y una “ofensa a la fe” del pueblo mexicano.
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