CHILPANCINGO, Gro. (apro).– Desde hace casi dos décadas, la Montaña de Guerrero ha sido el escenario favorito de los presidentes en turno para anunciar programas sociales contra la pobreza.
Sin embargo, esa región sigue hundida en la pobreza y marginación, con niveles de hambruna similares a los de países africanos y, por si fuera poco, es expulsora de migrantes que buscan en el norte del país la oportunidad negada en su tierra.
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