MÉXICO, D.F., 17 de noviembre (proceso).- La propuesta de Enrique Peña Nieto para supuestamente combatir la corrupción es un bodrio que de manera cínica y malintencionada ignora la vasta experiencia acumulada en México y América Latina en la materia. Mezcla elementos incompatibles de distintos modelos internacionales con la única intención de tender una cortina de humo para encubrir la andanada de fechorías que su gobierno iniciará a partir del 1 de diciembre. Los ingenuos intelectuales y figuras de la sociedad civil que decidan acompañar esta nueva aventura institucional pondrán en grave riesgo su prestigio y credibilidad.
De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (RAE), el término “bodrio” significa “una cosa mal hecha, desordenada o de mal gusto” o, con mayor precisión, “un caldo con algunas sobras de sopa, mendrugos, verduras y legumbres que de ordinario se daba a los pobres en las porterías de algunos conventos”. La propuesta de Peña Nieto cumple a cabalidad con esta definición.
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