CIUDAD DE MÉXICO (apro).—El Papa Francisco pidió perdón a quienes resultaron ofendidos por el robo de estatuillas de la Pachamama, de un templo cercano al Vaticano, y que luego fueron arrojadas al río Tíber.
Francisco señaló que, “como obispo de Roma”, pide perdón por este hecho, y señaló que las estatuillas eran exhibidas “sin idolatría”, como viene señalando el sector ultraconservador de la Iglesia.
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