MONTERREY, N.L. (apro). – David Garza Lagüera, hijo del empresario Eugenio Garza Sada, calificó de “chiflados, loquitos y cobardes” a los guerrilleros que intentaron secuestrar a su padre en el que el industrial resultó muerto en 1973.
Al acudir como invitado a la instalación del altar de muertos dedicado al magnate regiomontano en el Congreso local, el vástago de Garza Sada consideró que todos los jóvenes tienen aspiraciones, pero deben encausarlas, no como lo hicieron los integrantes de la Liga 23 de septiembre que ocasionaron el magnicidio.
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