BOGOTÁ (apro).- La capital colombiana vivía este viernes un día de furia en el que varios grupos de jóvenes y encapuchados se enfrentaron con la policía antimotines, mientras eran atacados edificios de gobierno, estaciones del transporte público y comercios, varios de los cuales fueron saqueados.
El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, dijo que cuatro mil soldados habían sido desplegados por la ciudad para ayudar a la policía, que parecía desbordada en varios puntos, “a resguardar el orden”.
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