CIUDAD DE MÉXICO (apro). – En medio de los tres días de duelo de luto nacional que decretó el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, la misa-homenaje con la que se despidió al poeta, revolucionario y sacerdote Ernesto Cardenal se vio empañada por una turba de integrantes y seguidores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
Un centenar de personas que llegaron a la Catedral Nueva de Managua con pañuelos rojinegros esperaron el arribo del féretro de Cardenal –exministro de Cultura de Ortega, para luego convertirse en su crítico más duro por aferrarse al poder en su regreso al gobierno en 2007–, y lo que comenzó con consignas como “¡No pudieron y no podrán!”, en referencia a las protestas de 2018 en contra del gobierno, se convirtió en una trifulca con ofensas, golpes y hasta robo de cámaras y herramientas de trabajo a periodistas.
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