CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hoy los procesadores son muy poderosos, corren a velocidades que ya van en los 4 GHz y pueden soportar 64 bits. Estos chips tienen incluido un conjunto de instrucciones que son las que gobiernan lo que hacen los microprocesadores a cada momento. Hay diferentes arquitecturas y conjuntos de instrucciones. Pero en el pasado no tan remoto, llegaron los primeros procesadores, que eran de 8 bits, con un bus de 16 bits de direccionamiento, lo que hacía que pudiesen tener hasta 64K bytes de memoria RAM para poder trabajar. Considerando lo que puede hacerse ahora esta cantidad de memoria parece muy limitante y lo es, porque los sistemas ahora requieren de toda una infraestructura de hardware para poder ejecutarse.
Sin embargo, los procesadores de 8 bits nos enseñaron muchas cosas, entre ellas, a programar en ensamblador, que es el lenguaje más cercano al lenguaje de máquina. Un microprocesador, como el 6502, que fue muy popular en las máquinas Commodore, Atari y Apple II, tenía un conjunto de instrucciones y éste a su vez una serie de modos para direccionar la memoria. Había, por ejemplo, instrucciones para guardar un dato de memoria de manera directa, o bien, que lo guardase en una localidad de memoria especificando un índice que salía de un arreglo. Los modos de direccionamiento enriquecían el lenguaje del procesador y lo que podía hacerse.
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