CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace más de 10 años le propuse a Carlos Monsiváis compilar los varios ensayos acerca de la diversidad sexual que había publicado en la revista Debate feminista. Cuando le llevé la selección le gustó tanto que enseguida le puso el título ‘Que se abra esa puerta’. A Carlos Aguirre, el artista plástico que engalanó las portadas de la revista durante los 25 primeros años, le pedí que hiciera una propuesta de portada para enseñársela a su tocayo. Aguirre se inspiró en la imagen de Bob Dylan que realizó Milton Glaser: un perfil oscuro con los pelos alborotados a colores. ¡A Monsiváis le encantó! Ya sólo faltaba el prólogo que él mismo quería escribir. Hablé con él un día después de su operación y estaba contento, pues parecía que había salido bien. Me dijo que pondría manos a la obra saliendo del hospital. “Espérame una semana”. Al día siguiente se complicó su cuadro pulmonar y lo demás ya es historia.
No obstante el impacto que me causó su muerte, me quedé con el compromiso de sacar ese libro que refleja uno de sus activismos más sólidos y sentidos. Busqué entonces a Alejandro Brito, su compañero un largo trecho de su vida y con quien compartió muchas de las batallas contra la homofobia y a favor del respeto a la diversidad sexual. Alejandro era la persona idónea para retomar el prólogo que Carlos ya no llegó a escribir. El libro vio la luz en octubre de ese mismo año, tres meses después de que Carlos nos dejara.
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