CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Llueva, truene o relampaguee, Andrés Manuel López Obrador insiste en que los niños volverán a clases presenciales en agosto. No parece importarle el repunte del covid-19, la agresividad de la variante Delta, o el hecho de que no se ha elaborado un plan para rehabilitar las escuelas. No parece preocuparle que México –de nuevo– repita los mismos errores que cometió durante la primera ola de la pandemia. Los mensajes contradictorios, la manipulación o el ocultamiento de la información, la minimización de una crisis que crecerá, las mentiras diseminadas desde el propio púlpito presidencial y el efecto que todo ello ha producido. México en el cuarto lugar de defunciones a nivel global. México otra vez en riesgo por un gobierno que ha abdicado de la responsabilidad de protegernos.
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