MÉXICO, D.F., 4 de junio (proceso).- De acuerdo con Felipe Calderón y su candidato “destapado”, México es ya un país de “clases medias” que avanza con paso firme hacia la modernidad y el progreso. Ni Calderón ni Ernesto Cordero se cansan de repetir este falso mantra, sobre todo cuando viajan al extranjero o se reúnen con empresarios. La semana pasada, el secretario de Hacienda declaró ante la Coparmex que nuestro país “viene a consolidar clases medias como hace tiempo no lo lograba”. Esta nueva ocurrencia no desentona con aquella otra torpe declaración de que las familias mexicanas con tan sólo 6 mil pesos pueden vivir cómodamente porque “tienen crédito para una vivienda, tienen crédito para un coche, se dan tiempo de mandar a sus hijos a una escuela privada y están pagando las colegiaturas”.
Pero ni Calderón ni Cordero han inventado el agua tibia, sino que no hacen más que repetir las teorías de escritores como Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda, Luis Rubio y Luis de la Calle, quienes desde hace mucho tiempo se han dedicado a promover precisamente la idea de un México “clasemediero”. Los últimos dos incluso han publicado recientemente un libro que lleva esta expresión en su título.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí