Como una saga de las cuatro películas que han irritado a los gobiernos de los últimos sexenios, el realizador califica su cinta –por estrenarse en 3,000 salas de cine– de “una sátira en la que no hay una voz inteligente y mesurada”, y “el mural de una sociedad que ha decidido declararse la guerra… del ‘quien no está conmigo está contra de mí’”. Se ha generado, dice, un clima “muy peligroso”, y habla del proyecto de la 4T como “un proceso de decepción” que, tras concitar altas expectativas, ha resultado frustrante. Defiende su propósito de asumir la libertad de expresión “que siempre está pendiente de un hilo”, y explica cómo las autoridades cinematográficas emplearon el boicot económico para impedir su realización.
Ciudad de México (Proceso).– El cineasta mexicano Luis Estrada vuelve a causar debate e incomodar con su octava película y quinta sátira política, intitulada ¡Que viva México!
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