A pesar de que el gobierno ha implementado programas para tratar las adicciones, éstos han sido insuficientes para hacer frente a la proliferación de opiáceos sintéticos como el fentanilo. La falta de una política de drogas efectiva abre la puerta a que esta epidemia se propague sin control, sobre todo en la frontera con Estados Unidos. La ausencia de regulación efectiva en la venta de precursores químicos, utilizados para fabricar este tipo de drogas, ha permitido que los traficantes obtengan fácilmente los materiales para su producción a gran escala, e incluso que la oferten en la web profunda.
Ciudad de México (Proceso).– Alfredo no conoce el fentanilo pero sí la piedra. Casi todos los días consume esta mezcla de clorhidrato de cocaína y bicarbonato de sodio en la azotea de un edificio en la delegación Álvaro Obregón. Él no vive ahí, pero desde algunos años es el único lugar donde se siente seguro para preparar su dosis. Detrás de él llegan otros dos sigilosos consumidores habituales.
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