TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., 21 de octubre (apro-cimac).- Hace dos años, Iris García, estudiante de veterinaria de 19 años, acudió a sus prácticas de campo. Durante el viaje, un joven ebrio intentó besarla a la fuerza. Contrario a lo que ella esperaba, sus compañeros de la universidad la acusaron de haber “provocado” la situación. De víctima pasó a “culpable”.
Después de vivir en carne propia el intento de abuso, gracias a la recomendación de una psicóloga de su escuela, Iris se involucró como promotora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser-Chiapas), labor en la que encontró un ambiente de confianza y oportunidad de crecimiento personal.
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