En 2016, ocho años antes de convertirse en el tercer socio más importante de Televisa, el multimillonario regiomontano David Martínez Guzmán invitó a Alfonso de Angoitia Noriega y Bernardo Gómez Martínez, los dos copresidentes de Grupo Televisa, a participar en la compra y rescate de Grupo ICA, la empresa constructora más prestigiosa de México.

La alianza entre uno de los hombres más ricos y dos de los personajes más influyentes de México rindió frutos: después de la reestructura, ICA se volvió –de nuevo– una de las empresas más beneficiadas en contratos de obra pública de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y, sobre todo, de Andrés Manuel López Obrador, dos presidentes que tuvieron una relación estrecha con los ejecutivos de Televisa.