CIUDAD DE MÉXICO (apro) .- El pasado martes 18 de marzo, el estado de Luisiana ejecutó al preso Jessie Hoffman utilizando gas nitrógeno, pese a las críticas que ha recibido ese método por el sufrimiento que ocasiona, razón por la que incluso está prohibido utilizarlo como forma de eutanasia en animales en la misma jurisdicción.
Jessie Hoffman, de 46 años, fue sentenciado a la pena de muerte tras ser declarado culpable de la violación y asesinato de Molly Elliott, una ejecutiva de publicidad de 28 años, en 1996.
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