UN ASESINATO CON SABOR A NARCO MEXICANO

CIUDAD DE GUATEMALA, 16 de julio (proceso).- “Ya les di las gracias a ustedes. Las daré en Quetzaltenango y después que sea lo que Dios quiera, porque él sabe lo que hace”. Con esas palabras el cantante argentino Facundo Cabral se despidió de su público al finalizar el penúltimo de sus conciertos en Guatemala, cuatro días antes de ser asesinado.
Cabral, de 74 años, llegó a esta capital el lunes 4, un día después de haberse presentado en Nicaragua. El martes cantó ante unas 5 mil personas en el hotel Tikal Futura y pronunció aquella frase. En ese hotel fue donde se reunió con el empresario nicaragüense Henry Aquiles Fariñas Fonseca, dedicado a negocios de la vida nocturna en Centroamérica, encuentro que lo conduciría a la muerte.


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