BERLÍN, 6 de agosto (proceso).- Los llamaron “traidores del deporte” y bajo ese apelativo se les estigmatizó y se les confinó en las filas del “enemigo”. Fueron los deportistas de alto rendimiento de la antigua República Democrática Alemana (RDA), quienes huyeron del sistema que los convirtió en atletas excepcionales pero que, al mismo tiempo, les arrebató los derechos más fundamentales.
“Si bien una fuga se puede planear, no se puede saber de antemano cuáles serán sus consecuencias y la carga emocional que ello traerá. Lo trágico en sí mismo es constatarlo”, explica pausada y tranquilamente Günter Perleberg, canotista que el 25 de agosto de 1963 abandonó al equipo nacional alemán que participaba en el Campeonato Mundial de Canotaje en Yugoslavia. El exatleta mira fijamente a la cámara de la artista mexicana Laura Soria, y comienza a contar el pasaje más importante de su vida.
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