TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- Más de 21 años después de la detención, tortura y asesinato de tres indígenas zapatistas a manos de militares, el gobierno federal reconoció la violación grave a los derechos humanos de las víctimas y se comprometió a reparar el daño.
El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, fue el encargado de firmar el acuerdo de reconocimiento de responsabilidad del Estado mexicano por la muerte de los tres indígenas tzeltales, ocurrida el 7 de enero de 1994 en el Ejido Morelia, municipio de Altamirano.
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