MÉXICO, DF (apro).- París vivió esta noche la peor masacre organizada de su historia reciente: la toma de rehenes en la sala de conciertos Le Bataclan terminó en un baño de sangre; jóvenes armados con rifles de alto calibre dispararon de manera indiscriminada contra los clientes de distintos restaurantes de la ciudad y hombres suicidas se estallaron junto con sus bombas en restaurantes en las afueras del estadio de futbol, donde jugaba la selección.
El balance provisional de los siete ataques simultáneos establece que más de 120 personas fueron asesinadas –la mayoría de ellos en la sala de concierto–, sin embargo las autoridades precisaron que un gran número de heridos se encuentra en un estado de salud crítico.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí