MORELIA, Mich. (apro).- En lo que fue la primera visita de un líder de la Iglesia católica a Michoacán, el Papa Francisco condenó la violencia, las drogas y la corrupción y convocó a los religiosos a no resignarse ante ello.
En esta ciudad, donde se esfumó otra oportunidad para que el pontífice se reuniera con los padres de los 43 normalistas desaparecidos, miles de asistentes al estadio Venustiano Carranza recordaron a los jóvenes contando al unísono del uno al 43 y pidieron por sus familiares aunque minutos antes de la llegada de Francisco.
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