El silencio que laceró a las víctimas

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Pocos días después de que el Papa Francisco dejara México, miembros de organizaciones sociales que buscan visibilizar la crisis de derechos humanos en México admiten sentirse decepcionados porque el Papa se negó a mantener una reunión con las víctimas de la delincuencia y del Estado. Y van más allá: se dicen convencidos de que hubo “un arreglo” entre el Vaticano y el gobierno de Enrique Peña Nieto para que no ocurriera ese acercamiento.

En entrevistas por separado, representantes de la Red Nacional de Organismos Civiles Todos los Derechos para Todas y Todos (Red TDT), Amnistía Internacional, Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan y de los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos lamentan que el jerarca católico no haya querido escuchar a las víctimas en un país lacerado por violencia, corrupción e impunidad.



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