MÉXICO, D.F., 29 de octubre (proceso).- La subsidiaria Pemex Refinación y su subdirector de Producción, Bernardo de la Garza Hesles, vuelven a estar implicados en un escándalo de presuntos actos de corrupción, ahora por la compra de 34 buques a empresas extranjeras, sin licitación de por medio y a precios que superan los 40 millones de dólares por unidad, como acreditan documentos oficiales.
La operación, justificada por el excesivo gasto de Pemex en el arrendamiento de barcos, pronto fue vista como sospechosa; tanto que ya la investiga la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados ante la posibilidad de que altos funcionarios de la paraestatal, incluido su director, Juan José Suárez Coppel, hayan sobrevaluado el costo de los buques.
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