Jaime Porras Ferreyra / MONTREAL (apro).- Pocas veces un alcalde ha obtenido tanta atención internacional como la que tuvo Rob Ford durante su mandato en Toronto entre 2010 y 2014. Ford nunca organizó unos Juegos Olímpicos; tampoco se quitó saco y corbata para socorrer a las víctimas de un atentado.
En realidad, estuvo constantemente entre reflectores por una larga sucesión de escándalos. También por la gran popularidad de la que disfrutó entre miles de electores a pesar de sus desenfrenos y altercados. Ford murió el pasado martes 22 luego de una lucha contra un cáncer abdominal.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí