¿Presidencialismo ridículo o intento restaurador?

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La afirmación del nuevo dirigente del PRI, Enrique Ochoa Reza,  en el sentido de que Peña Nieto es el “principal activo” de su partido, podría ser expresión de un presidencialismo ridículo o de un intento restaurador del viejo sistema priista basado en el llamado presidencialismo despótico.

Durante los últimos dos años, el actual presidente ha buscando ejercer un gobierno a la antigüita. En algunos momentos lo ha logrado parcialmente, pero en general ha fracasado. Al parecer Peña Nieto cree que es posible la construcción de un sistema de partido casi absoluto capaz de poner orden en el país. Ya hemos visto cómo ha crecido el número de presos políticos y de actos de represión pero, por otro lado, el PRI ha perdido elecciones en muchos lugares y no superó por sí mismo el tercio de votos a nivel nacional en 2015.



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