¡Reclámenle al presidente!

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde el 2006, cuando Felipe Calderón se puso una casaca y el kepi militar para declarar la guerra contra el narcotráfico, las Fuerzas Armadas comenzaron a sufrir bajas innecesarias que han ido aumentando y hoy preocupan porque las hace ver vulnerables.

Así ocurrió en Sinaloa el pasado viernes, cuando murieron cinco soldados acribillados por un grupo de sicarios que los masacró en las calles de Culiacán.



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